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Resistencia a la temperatura de los plásticos: desde los principios básicos hasta las aplicaciones prácticas
La resistencia térmica de los plásticos es el indicador clave para medir su estabilidad física, química y mecánica en diferentes entornos de temperatura, lo que determina directamente el alcance de aplicación de los materiales. La capacidad del plástico para mantener un rendimiento estable a temperaturas específicas es fundamental para la selección de materiales, desde vasos para bebidas de uso diario hasta componentes resistentes a altas temperaturas para transbordadores espaciales. Un conocimiento profundo de la esencia, el sistema de evaluación y los factores que influyen en la resistencia térmica de los plásticos es fundamental para el diseño de productos, la optimización de procesos y la seguridad de uso.
1、Conceptos básicos e indicadores de evaluación de la resistencia a la temperatura del plástico
La resistencia a la temperatura de los plásticos no es un único valor numérico, sino una característica integral que abarca múltiples dimensiones y refleja el comportamiento de los materiales bajo cambios de temperatura.
Sistema de índice de evaluación básica
Los siguientes indicadores se utilizan comúnmente en la industria para cuantificar la resistencia a la temperatura de los plásticos:
Temperatura de deformación en caliente (HDT): Temperatura a la que un material experimenta una deformación de 0,25 mm bajo una carga específica (generalmente 1,82 MPa o 0,45 MPa), lo que refleja su resistencia térmica a corto plazo. La HDT de los plásticos comunes se encuentra generalmente entre 60 y 100 °C, como el PP, a aproximadamente 100 °C (0,45 MPa); los plásticos de ingeniería suelen superar los 120 °C, como el grado de refuerzo PA66, que alcanza los 250 °C; los plásticos especiales como el PEEK pueden alcanzar los 315 °C.
Punto de ablandamiento Vicat (VST): Temperatura a la que un penetrador de 1 mm² penetra 1 mm en el material bajo una carga específica (50 N o 10 N), que se aproxima más al escenario real de carga a baja velocidad. El punto de ablandamiento Vicat del PVC se sitúa entre 75 y 85 °C, mientras que el del PC alcanza los 140-150 °C.
Temperatura de uso continuo (CUT): La temperatura máxima a la que la tasa de retención de rendimiento de un material es al menos del 50 % tras un uso prolongado (generalmente 10 000 horas), que es el indicador más cercano a las aplicaciones prácticas. La temperatura de uso continuo del PE es de 60-80 °C, la del PPS de 200-220 °C y la del PI puede superar los 260 °C.
Temperatura de fragilidad: Temperatura a la que un material pierde su tenacidad y sufre fractura frágil a bajas temperaturas, lo que mide su tolerancia a bajas temperaturas. La temperatura de fragilidad del PE es de hasta -70 °C o inferior, mientras que la del PS es de aproximadamente -20 °C, lo que limita su aplicación a bajas temperaturas.
Estos indicadores deben combinarse: por ejemplo, la temperatura de servicio (HDT) del PC es de 130 °C, pero su temperatura de uso continuo es de tan solo 120 °C, lo que indica que su resistencia al calor a corto plazo es mejor que su rendimiento a largo plazo. La HDT del PTFE es de tan solo 120 °C, pero su temperatura de uso continuo puede alcanzar los 260 °C. Gracias a su estructura molecular estable, es adecuado para entornos de alta temperatura a largo plazo.
El mecanismo de influencia de la temperatura en las propiedades plásticas
La temperatura afecta las propiedades del plástico alterando el estado de movimiento molecular:
Zona de baja temperatura (por debajo de la Tg): Las cadenas moleculares se congelan, el material se encuentra en estado vítreo, con alta rigidez pero alta fragilidad. Cuando la temperatura desciende por debajo de la temperatura de fragilización, las cadenas moleculares no pueden absorber la energía del impacto mediante el movimiento de los segmentos, y el material es propenso a fracturarse.
Zona de transición vítrea (cerca de Tg): las cadenas moleculares comienzan a moverse y el material pasa de un estado vítreo a un estado altamente elástico, con una disminución brusca del módulo (generalmente de 3 a 4 órdenes de magnitud) y cambios de tamaño significativos (aumento del coeficiente de expansión lineal).
Zona de fusión (por encima de la Tm, para plásticos cristalinos): La estructura cristalina se desintegra, el material se vuelve viscoso y pierde su resistencia mecánica. Los plásticos amorfos no tienen una Tm evidente y se ablandan gradualmente hasta fluir al aumentar la temperatura.
Zona de envejecimiento por alta temperatura: La exposición prolongada a temperaturas superiores a la Tg provoca la degradación oxidativa o la reticulación de las cadenas moleculares, lo que resulta en una degradación irreversible de las propiedades mecánicas. Por ejemplo, cuando el ABS se utiliza durante un periodo prolongado a 100 °C, su resistencia al impacto disminuye entre un 10 % y un 15 % anualmente debido a la oxidación de la fase de caucho de butadieno.
2. Factores clave que afectan la resistencia a la temperatura de los plásticos.
La resistencia a la temperatura de los plásticos está determinada por su estructura molecular, la estructura del agregado y el entorno externo, y puede mejorarse significativamente regulando estos factores.
El papel central de la estructura molecular
La estructura molecular es el determinante fundamental de la resistencia a la temperatura:
Rigidez de la cadena principal: Las cadenas moleculares que contienen grupos rígidos, como anillos de benceno y heterociclos, presentan una excelente resistencia a la temperatura. Por ejemplo, la cadena principal de PI (poliimida) contiene un anillo de imida y puede utilizarse continuamente a una temperatura de 260 °C. La cadena principal de PE es un enlace simple carbono-carbono flexible con menor resistencia a la temperatura.
Fuerzas intermoleculares: Los grupos polares (como los grupos amida y éster) potencian las fuerzas intermoleculares y mejoran la resistencia térmica mediante enlaces de hidrógeno o interacciones dipolares. El PA66 forma enlaces de hidrógeno gracias a los grupos amida, y la temperatura de alta temperatura (HDT) es más de 50 °C superior a la del PE.
Grado de reticulación: Los plásticos termoestables (como las resinas fenólicas y las resinas epóxicas) forman una red tridimensional mediante reticulación, sin estado de fusión, y presentan una mayor resistencia a la temperatura que los plásticos termoplásticos similares. Por ejemplo, la temperatura de uso continuo del PE reticulado es 30 °C superior a la del PE convencional.
Peso molecular y distribución: Los plásticos con mayor peso molecular tienen mayor resistencia a la deformación térmica (enredo de cadena más estrecho), pero un peso molecular excesivamente alto puede provocar dificultades de procesamiento; una distribución estrecha del peso molecular ayuda a mejorar la estabilidad térmica.
La influencia de la estructura de agregación y los aditivos
Cristalinidad: Los plásticos cristalinos suelen tener mejor resistencia al calor que los amorfos, ya que la disposición molecular en la región cristalina es regular y puede resistir el movimiento de los segmentos de la cadena. Por ejemplo, la HDT del HDPE (cristalinidad del 70 %) es 20 °C mayor que la del LDPE (cristalinidad del 50 %); mediante el uso de agentes nucleantes para aumentar la cristalinidad del PP, su HDT puede incrementarse entre 10 y 15 °C.
Relleno y refuerzo: Agregar materiales de refuerzo como fibra de vidrio y fibra de carbono puede mejorar significativamente la resistencia al calor. PA66 reforzado con 30% de fibra de vidrio, HDT aumentó de 80 ℃ a 250 ℃, debido a la carga del soporte de fibra, lo que limita el movimiento de la cadena molecular; Agregar rellenos en forma de lámina, como la mica, puede mejorar la estabilidad dimensional al reducir el coeficiente de expansión lineal.
Estabilizadores: Los antioxidantes (como los fenoles impedidos) inhiben la degradación oxidativa a altas temperaturas, los absorbentes UV reducen el fotoenvejecimiento térmico y pueden prolongar la vida útil de los plásticos en entornos de alta temperatura. Por ejemplo, el PP con un 1% de antioxidante 1010 puede prolongar su vida útil frente al envejecimiento térmico de 1000 a 5000 horas a 120 °C.
El impacto colaborativo del entorno externo
Condiciones de carga: Las propiedades mecánicas de los plásticos a altas temperaturas son sensibles a las cargas, y a la misma temperatura, las cargas elevadas pueden provocar una deformación prematura. Por ejemplo, el POM tiene una HDT de 110 °C con una carga de 0,45 MPa, pero de tan solo 85 °C con una carga de 1,82 MPa.
Entorno medio: Al entrar en contacto con medios como aceite y disolventes, las altas temperaturas pueden acelerar la hinchazón o degradación del material. Por ejemplo, la PA6 absorbe agua y se hincha en agua a 100 °C, lo que resulta en una reducción del 50 % de su resistencia, mientras que su resistencia térmica es más estable en ambientes secos.
Factor tiempo: Las altas temperaturas a corto plazo (como la desinfección con vapor) tienen un menor impacto en los plásticos que las altas temperaturas a largo plazo. El PC puede soportar la desinfección con vapor a 130 °C (a corto plazo), pero la temperatura de uso continuo no debe superar los 120 °C.
3、Rango de resistencia a la temperatura y aplicaciones típicas de varios plásticos
La resistencia a la temperatura de los diferentes plásticos varía significativamente, formando un espectro de aplicación de temperatura que abarca desde -270 ℃ hasta 400 ℃, satisfaciendo diversas necesidades, desde el frío profundo hasta las temperaturas extremadamente altas.
Rango de resistencia a la temperatura de los plásticos en general
Los plásticos universales tienen una resistencia moderada a la temperatura y son adecuados para entornos convencionales.
Polietileno (PE): HDT 40-70 °C, temperatura de uso continuo 60-80 °C, temperatura de fragilidad -70 °C a -100 °C. El PE de baja densidad (LDPE) presenta menor resistencia a la temperatura, mientras que el PE de alta densidad (HDPE) presenta una resistencia ligeramente superior debido a su alta cristalinidad. Se utiliza principalmente para envases a temperatura ambiente, tuberías de agua, etc., y no entra en contacto con agua hirviendo.
Polipropileno (PP): Resistencia a altas temperaturas (HDT) de 100 °C (0,45 MPa), temperatura de uso continuo de 100 a 120 °C, temperatura de fragilidad de -15 °C a -30 °C. Es el único plástico universal que resiste el agua hirviendo y se usa ampliamente en vajillas, vasos y tuberías de agua caliente. Sin embargo, es propenso a la fragilidad a bajas temperaturas y no es apto para entornos con temperaturas bajo cero.
Cloruro de polivinilo (PVC): La temperatura de servicio (HDT) del PVC duro es de 70-80 °C, con una temperatura de uso continuo de 60 °C. El PVC blando presenta una menor resistencia a la temperatura (por debajo de 50 °C) debido a la migración de plastificantes. Utilizado para la construcción de tuberías y capas de aislamiento de cables, es necesario evitar el contacto a altas temperaturas para evitar la precipitación de plastificantes.
Poliestireno (PS): HDT 70-90 °C, temperatura de uso continuo 60 °C, temperatura de fragilidad -20 °C, fragilidad evidente a baja temperatura. Se utiliza principalmente para embalajes y juguetes; no apto para altas temperaturas.
ABS: HDT 80-100 °C, temperatura de uso continuo 60-80 °C, temperatura de fragilidad -40 °C, resistencia térmica superior a la de otros plásticos comunes. Ideal para carcasas de electrodomésticos e interiores de automóviles, con una temperatura de uso prolongado que no supere los 80 °C.
Rendimiento de resistencia a la temperatura de los plásticos de ingeniería
La resistencia a la temperatura de los plásticos de ingeniería ha mejorado significativamente, satisfaciendo las necesidades de los entornos industriales.
Poliamida (PA, nailon): La temperatura de servicio (HDT) de la PA6 es de 60-80 °C y la temperatura de uso continuo es de 100 °C. La PA66, gracias a su alta cristalinidad, tiene una HDT de 70-90 °C y puede usarse continuamente a una temperatura de 120 °C. Tras ser reforzada con un 30 % de fibra de vidrio, la HDT aumenta a 200-250 °C y la temperatura de uso continuo alcanza los 150 °C. Se utiliza en componentes periféricos de motores de automóviles y tuberías de aceite de alta temperatura.
Policarbonato (PC): HDT 130-140 °C, temperatura de uso continuo 120 °C, temperatura de fragilidad -40 °C, con resistencia al calor y al impacto. Se utiliza para biberones, pantallas de faros de automóviles y carcasas de dispositivos electrónicos, pero es propenso a la hidrólisis debido a altas temperaturas a largo plazo y debe evitarse en ambientes húmedos.
Polioximetileno (POM): HDT 110 °C (1,82 MPa), temperatura de uso continuo 100 °C, excelente resistencia a la fatiga. Ideal para la fabricación de componentes de transmisión como engranajes y rodamientos, soporta 120 °C en un ambiente seco durante un corto periodo de tiempo.
Tereftalato de polibutileno (PBT): HDT 210-220 °C (grado reforzado), temperatura de uso continuo de 140 °C, excelente aislamiento eléctrico. Se utiliza para conectores electrónicos y marcos de bobinas, apto para entornos de trabajo con alta temperatura y humedad.
Resistencia a temperaturas extremas de plásticos especiales
Los plásticos especiales pueden soportar entornos de temperaturas extremas:
Politetrafluoroetileno (PTFE): El HDT solo tiene una temperatura de 120 °C, pero su temperatura de uso continuo puede alcanzar los 260 °C, incluso a corto plazo. Su temperatura de fragilidad es de -270 °C, lo que lo convierte en el plástico con el rango de temperatura más amplio. Resistente a la corrosión química y antiadherente, se utiliza para recubrimientos antiadherentes de ollas, sellos de alta temperatura y equipos criogénicos.
Poliéter éter cetona (PEEK): HDT 315 °C, temperatura de uso continuo 260 °C, manteniendo una resistencia del 70 % a temperatura ambiente a 200 °C. Se utiliza en componentes estructurales aeroespaciales, implantes médicos y herramientas de fondo de pozo en yacimientos petrolíferos. Resiste la desinfección con vapor y la corrosión química.
Poliimida (PI): Rango de temperatura de uso continuo de 260 a 300 °C, resistencia a temperaturas a corto plazo de hasta 400 °C, rendimiento estable en el rango de -269 a 300 °C. Se utiliza para capas de protección térmica de naves espaciales, placas de circuitos flexibles y jaulas de rodamientos de alta temperatura; actualmente es uno de los plásticos con mejor resistencia a la temperatura.
Sulfuro de polifenileno (PPS): HDT 260 °C, temperatura de uso continuo 200-220 °C, ignífugo y resistente a la corrosión química. Se utiliza para el aislamiento de tubos de escape de automóviles y placas base para soldadura electrónica; soporta altas temperaturas de 260 °C causadas por la soldadura por ola.
Polímero de cristal líquido (LCP): Temperatura de uso continuo de 180-240 °C, coeficiente de expansión lineal extremadamente bajo y excelente estabilidad dimensional. Es indispensable en componentes de precisión de alta temperatura, como antenas 5G y encapsulados de chips.
4、Métodos y normas de ensayo para la resistencia a la temperatura de los plásticos
Para evaluar con precisión la resistencia térmica de los plásticos es necesario seguir métodos de prueba estandarizados. Las diferentes normas tienen requisitos ligeramente diferentes para las condiciones de prueba, por lo que los resultados deben compararse cuidadosamente.
Prueba de temperatura de deformación en caliente (HDT)
Según las normas ISO 75 y ASTM D648, los parámetros principales incluyen:
Tamaño de la muestra: normalmente una muestra de tira que mide 80 mm x 10 mm x 4 mm.
Carga: dividida en dos niveles: 1,82 MPa (aplicable a materiales rígidos) y 0,45 MPa (aplicable a materiales flexibles).
Velocidad de calentamiento: 120 ℃/h (ISO) o 2 ℃/min (ASTM), cerca del escenario de calentamiento lento en el uso real.
Cantidad de deformación: cuando la desviación del punto medio de la muestra alcanza los 0,25 mm, registre la temperatura, que se denomina HDT.
Precauciones de prueba: HDT es un indicador relativo que solo refleja la resistencia al calor a corto plazo bajo cargas específicas y no se puede equiparar directamente con la temperatura de funcionamiento; la HDT de los plásticos cristalinos se ve afectada por la velocidad de enfriamiento y requiere condiciones de moldeo estandarizadas para garantizar la comparabilidad de los resultados.
Prueba del punto de ablandamiento Vicat (VST)
Según las normas ISO 306 y ASTM D1525, los parámetros clave son:
Aguja de presión: aguja de cabeza plana con una sección transversal de 1 mm².
Carga: 50 N (VST/A) o 10 N (VST/B), siendo 50 N el valor más comúnmente utilizado.
Velocidad de calentamiento: 50 ℃/h o 120 ℃/h, el primero se acerca más a la situación de calentamiento real.
Criterios de juicio: La temperatura a la que la aguja de presión penetra 1 mm en la muestra.
Diferencia entre VST y HDT: El VST se centra más en el comportamiento de ablandamiento de los materiales y es más sensible a los materiales termoplásticos; el HDT refleja la capacidad de carga estructural y es más adecuado para evaluar la resistencia térmica de los componentes estructurales. El VST del mismo material suele ser entre 10 y 30 °C superior al HDT.
Prueba de envejecimiento térmico a largo plazo
Se requieren pruebas de envejecimiento térmico a largo plazo (ISO 2578, ASTM D3045) para evaluar la temperatura de uso continuo:
Temperatura de prueba: seleccione 3 o 4 puntos por encima de la temperatura de funcionamiento esperada (como 120 ℃, 140 ℃, 160 ℃).
Ciclo de prueba: hasta 10000 horas, con muestreos regulares y pruebas de resistencia a la tracción, resistencia al impacto, etc.
Procesamiento de datos: Se utiliza la ecuación de Arrhenius para extrapolar la temperatura a la que la tasa de retención del rendimiento alcanza el 50% después de 10.000 horas, que es la temperatura de uso continuo.
Se debe prestar atención a la aceleración del envejecimiento: Una temperatura excesiva puede desencadenar mecanismos de degradación distintos a los del uso real (como la reticulación en lugar de la oxidación), lo que da lugar a resultados de extrapolación distorsionados. Normalmente, la temperatura de prueba no debe superar 2/3 de la temperatura de descomposición (Tm) del material.
Prueba de fragilidad a baja temperatura
Según las normas ISO 974 y ASTM D746, determinar la fragilidad de los materiales a bajas temperaturas:
Muestra: generalmente fabricada en chapa o tubo, seleccionada según el tipo de producto.
Método de prueba: Pruebe la tasa de falla de la muestra a diferentes temperaturas bajas mediante impacto o flexión.
Criterios de juicio: La temperatura a la cual el 50% de las muestras sufren fractura frágil es la temperatura de fragilización.
Esta prueba es particularmente importante para los materiales de embalaje y productos para exteriores, como la película de PE, que debe garantizar que no se vuelva quebradiza a -40 ℃ para adaptarse al transporte en regiones frías.
5. Adaptación de aplicaciones y prácticas de ingeniería de resistencia a la temperatura de plásticos.
En aplicaciones prácticas, es necesario considerar exhaustivamente la resistencia a la temperatura de los plásticos en función de sus escenarios de uso para evitar fallas causadas por problemas de temperatura.
Requisitos de resistencia a la temperatura y selección de materiales en diferentes campos
En el ámbito del contacto con alimentos: Es necesario cumplir con los requisitos de resistencia a la temperatura y seguridad. Los recipientes para hornos microondas suelen ser de PP (resistente a 120 °C), los componentes de los dispensadores de agua de PC (resistente a 100 °C) y los revestimientos antiadherentes de sartenes de PTFE (resistente a 260 °C), todos los cuales requieren certificación de grado alimenticio (como la FDA, GB 4806).
Industria automotriz: Los componentes del compartimiento del motor deben ser resistentes a 150-200 ℃ (como el grado reforzado PA66), los componentes de la cabina deben ser resistentes a 80-120 ℃ (como la aleación ABS/PC) y se debe usar PP o PA ultrarresistente en entornos de baja temperatura (-40 ℃) para evitar fracturas frágiles.
Aparatos electrónicos: los conectores y los marcos de bobinas deben soportar entre 120 y 150 ℃ (como el grado reforzado PBT), los disipadores de calor LED deben soportar entre 150 y 200 ℃ (como PPS) y los componentes de alta frecuencia necesitan LCP de baja pérdida dieléctrica (resistente a 200 ℃).
En el campo médico, los componentes de desinfección con vapor deben ser resistentes a 134 ℃ (como PC, PEEK), el PTFE se utiliza para equipos de refrigeración de baja temperatura (resistente a -200 ℃) y los instrumentos implantados deben ser resistentes a la temperatura corporal a largo plazo (37 ℃) y la degradación (como PEEK).
Aeroespacial: Los componentes internos de la cabina son resistentes a 120 °C (como el PEEK), y el entorno del motor es resistente a 250-300 °C (como el PI). El entorno espacial debe soportar cambios bruscos de temperatura de -200 °C a 150 °C (como el PTFE y el PI).
Métodos de ingeniería para mejorar la resistencia a la temperatura de los plásticos.
Cuando la resistencia a la temperatura de los materiales existentes es insuficiente, la optimización se puede lograr mediante los siguientes métodos:
Material compuesto: adopción de una estructura multicapa, como el uso de PEEK con buena resistencia a la temperatura para la capa interna y PP de bajo costo para la capa externa, equilibrando el rendimiento y el costo.
Diseño estructural: aumente el espesor de la pared o utilice barras de refuerzo para mejorar la capacidad de carga de la estructura a altas temperaturas; evite el diseño de esquinas afiladas y reduzca la deformación a alta temperatura causada por la concentración de tensión.
Control de proceso: Aumente la temperatura del molde durante el moldeo por inyección para promover la formación de una estructura cristalina más completa en plásticos cristalinos y mejorar la resistencia al calor; Seque previamente materiales que absorban la humedad, como PA y PC, para evitar la hidrólisis a alta temperatura.
Tratamiento de superficie: Aplicar recubrimientos resistentes a altas temperaturas (como recubrimientos cerámicos) para mejorar la resistencia a la temperatura de la superficie manteniendo la tenacidad del sustrato.
Casos típicos de fallos y prevención
Agrietamiento de vasos de PC: El uso prolongado en agua hirviendo (100 °C) provoca hidrólisis del PC, disminución del peso molecular y pérdida de tenacidad. Prevención: Utilice vasos de PP o Tritan (copoliéster), ya que este último es resistente a temperaturas de 100 °C y a la hidrólisis.
Falla del sensor ABS automotriz: La temperatura ambiente en el compartimento del motor alcanza los 120 °C, superando la temperatura de uso continuo del ABS, lo que provoca el envejecimiento y la fragilidad del material. Solución: Reemplazar por ABS resistente a altas temperaturas o reforzado con PA66.
Deformación de las tuberías de agua de PVC: La luz solar directa en verano provoca que la temperatura de la tubería alcance los 70 °C, superando la temperatura de servicio (HDT) del PVC, lo que provoca su deformación. Prevención: Utilice tuberías de UPVC (PVC no plastificado) o PE-RT para mejorar la resistencia al calor.
La resistencia térmica de los plásticos es el resultado de la acción combinada de los materiales, la estructura y el entorno. No existe un plástico absolutamente resistente a la temperatura, solo la elección de los escenarios adecuados. Con el avance de la tecnología de modificación de materiales, la resistencia térmica de los plásticos se está expandiendo constantemente gracias al diseño molecular, los nanocompuestos y otros métodos, como el refuerzo con grafeno.